“…y dijo Hegel, la historia es un acontecimiento que se repite, como un espiral evolutivo, los errores, los logros del pasado vuelven a acontecer, por eso tenemos que aprender del pasado, la educación debe de aprender de ello”.
Hoja pedagógica TRES
"El ser de la educación y sus objetivos"
Antón Makárenko.
1888-1939.
En ocasiones se ha creído que la educación es propiedad de alguien, que tiene la autoridad para decidir sobre ella, sin embargo, no es así, la educación es intrínseca en cada ser humano, cada uno de ellos tiene la libertad de ser educado o no.
Antón Semiónovich Makárenko, nació en la ciudad de Ucrania el 13 de marzo de 1888 y falleció en el mes de abril de 1939 en un vagón de ferrocarril camino a Moscú.
Sus primeros estudios los realizó en una escuela urbana, después realizó pequeños cursos de Pedagogía, es ahí donde empezó a surgir la inquietud por el saber de la educación; posteriormente ingresa al Instituto Pedagógico de Poltava que prepara a los docentes para las escuelas de segunda enseñanza.
Fue un estudiante sobresaliente, cuya actividad pedagógica se manifiesta en dos etapas principales: la primera cuando realiza la función de director en las colonias educativas "Máximo Gorki" y "Dzerzinki", para jóvenes delincuentes y niños huérfanos; la segunda es cuando empieza su labor como conferencista en los temas pedagógicos en las mismas colonias.
Antón propone formas educativas que surgen de la Pedagogía basada en la autoridad colectiva, comenta que la escuela debe ser una comunidad de trabajo productivo, donde se han de formar los ciudadanos que la sociedad necesita; capaces de ser constructores activos y consientes del comunismo.
El colectivo es el principal método que Makárenko utiliza, y no pocos lo critican por usar castigos corporales para lograr la disciplina de los estudiantes.
Éstas son las obras representativas de Makárenko:
Estamos obligados a educar al ciudadano que la sociedad necesita, requerimos estudiantes prácticos para construir la ciudad, Ingenieros, Médicos, Moldeadores, debemos de hablar no sólo sobre la formación profesional de la nueva generación, sino sobre la educación de un nuevo tipo de conducta, de los caracteres y conjuntos de rasgos de la personalidad para el servicio del estado "Soviético".
Cada persona que educamos constituye el resultado de nuestro trabajo pedagógico, tanto nosotros como la sociedad debemos de examinar nuestro producto detalladamente; como en toda producción, puede ser un fracaso o un éxito, sin embargo, el trabajo depende de una infinita cantidad de circunstancias: de la técnica pedagógica, de los abastecimientos, de la calidad material.
Las exigencias de la sociedad son válidas sólo para una época, cuya duración es limitada, podemos estar convencidos que a la próxima generación se le presentará exigencias distintas, un tanto modificadas y estas modificaciones se irán de modo paulatino en la medida que se vaya desarrollando la sociedad.
Los tiempos cambian, las necesidades ya no son las mismas, la propia educación tiene que cambiar porque las personas van cambiando.
Por eso nuestra tarea como docentes es estar extremadamente atentos por la evolución de las exigencias que plantea la sociedad en el futuro; el ser humano, que aparentemente conocemos, tiende a cambiar y por ello se tienen que inventar herramientas que puedan ayudar a educar a esos nuevos seres humanos.
También el docente debe poseer disciplina para tener estructurados a sus alumnos, es necesario que sus clases estén organizadas, para evitar la improvisación; la disciplina es la suma de la influencia educadora, incluidos los procesos de instrucción, formación política, organización de carácter, formación cívica y sobre todo disciplina en el desarrollo físico de los estudiantes.
Autores: José Cruz y Karla Rangel
Fuentes de consulta:
- Sergio Montes Garcia, , UNAM 2003 México.
- M, A. (2017). Madrid: Akal.