La campaña
A lo largo de la vida como nación independiente, la sociedad mexicana estuvo al margen de la política nacional, esta situación se profundizó por la centralización del poder durante el porfiriato y porque existía la idea, como explica Francois Xavier Guerra que “la sociedad antigua era incapaz de participar en la vida de la élite en lo que ésta tiene de más elevado, es decir la política, una sociedad tradicional no puede votar en el sentido moderno del término”. Es por ello que durante los comicios electorales creció el reto, tanto para el gobierno como para los partidos políticos contendientes, de lograr que la gente asistiera a las casillas a ejercer el voto libre, pues de la participación dependía en buena medida las aspiraciones a una elección democrática.
En marcha la campaña electoral, el PNC invitaba a sus simpatizantes a participar en los comicios a través de carteles y otros medios donde se difundían mensajes como el siguiente: "si es usted católico, aunque no sea miembro del Partido Católico, debe votar el próximo domingo 30 por los candidatos de dicho partido a Diputados y Senadores".
En otros aludían al deber cristiano y a su compromiso como ciudadano: "antes que todo es del todo necesario que usted se convenza que no debe abstenerse de votar, porque el que tal cosa hace, demuestra que es un mal hombre, un mal ciudadano y un mal cristiano porque es impropio del espíritu del cristiano ver con desprecio o con soberana indiferencia la suerte de la sociedad en que se vive, sea que se dirija al ideal cristiano, sea que la emprenda por el camino por donde se la han de llevar todos los diablos".
Semanarios católicos como El Guerrillero de Guadalajara se dirigió a sus lectores en un tono desafiante, "todo el que no sea cobarde y apático irá a votar"; EL PAÍS publicada notas de particulares que hacían llamadas de alerta a los electores: "no se deje engañar por aspirantes astutos y de mala fe, ya sean estos porfiristas, científicos o porristas, dad su voto a aquellos que despojados de toda ambición personal y de tendencias a favorecer intereses o empresas particulares, vayan a legislar en pro de los que trabajan, de los que producen, de los que pagan sus contribuciones con toda regularidad y no de quienes han prosperado a expensas de las masas desamparadas; a expensas de las clases proletarias vilmente engañadas".
A medida que se aproximaba el día de las elecciones crecía la agitación tanto en los estados como en el Distrito Federal donde era notorio el interés del electorado; los diversos partidos políticos no se daban un momento de tregua, cada esquina y paraje público era utilizado para fijar la propaganda, los retratos de los candidatos y compromisos para resolver problemas; folletos y hojas sueltas se repartían en las calles y plazas, en fin, todo mostraba el entusiasmo de los partidos por vencer en las lecciones.
Sigue leyendo…La campaña en:
Disponible en: