“Valor” es el nuevo eslogan de las empresas: todos tenemos que generar un valor mensurable y sustentable. Las organizaciones tratan de aumentar las ventas en forma constante y la presión sobre las utilidades crece cada vez más; tanto por arriba como por debajo de los niveles jerárquicos. El valor está presente en cada momento, desde el departamento de recursos humanos hasta la cadena de suministros, producción, ventas y más.
Por lo que la necesidad de producir valor se convierte en un imperativo constante y se acompaña de la exigencia de demostrar este valor y de aprovecharlo, integrándolo en la administración a fin de generar un mejoramiento de la eficiencia corporativa y de la capacidad de progresar.
Dentro de este contexto se entiende que una administración exitosa no es una actividad aislada; llevar a feliz término un proyecto requiere la incorporación del mismo a la cultura e idiosincrasia de la compañía.
Para ello, los gerentes han de diseñar un enfoque, mismo que también les ayudará a sobrevivir crisis y le servirá de plantilla flexible para crear valor a largo plazo, para así formar parte del equipo de la compañía, durante muchos años, con una visión clara y con criterios tangibles que le hagan posible administrar, crear y generar tanto valor como éxito. Reflexionemos un poco sobre la administración y cómo se relaciona con su compañía.
Es importante considerar que los elementos fundamentales de una empresa son esencialmente los mismos; tan sólo cambia el enfoque relativo. Así pues, las siguientes reglas son válidas; no importa si trabaja en una compañía pequeña o en una gran corporación, ni si aplica estas ideas o sólo una parte de ellas.
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